Aquí despliego y comparto mis miradas y mis escritos de mis amores y pasiones. De lo que me mueve y despierta mi atención de lo que leo, de lo que vivo, de lo que descubro, de lo aprendido.
lunes, 25 de agosto de 2014
Ríos que lloran
Gracias Christián por conectarnos con el verdadero sentido de ser chileno, ahora que se aproxima septiembre y nos acordamos de lo nuestro, aunque sea una vez al año!
jueves, 26 de junio de 2014
Chi-chi-Chi: A octavos de final…. ¿Winners?
Por otro lado, ha sido un carnaval de emociones, las
expresadas por los protagonistas y también mías. La primera fue de orgullo. Cuando ganó Chile su primer
partido. Estaba en casa de mi hija frente a una sede de una Universidad
Privada. AL primer gol, los gritos ambientales eran como si la ciudad fuera un
gran estadio. Algo especial sentí en mi cuerpo, algo que no puedo describir
mucho, pero era una emoción mas grande que yo, era colectiva.
Esa noche fuimos a comer con mi pareja una carnecita
en nuestro restorán favorito, y presenciamos el efecto celebración. Miradas y
sonrisas cómplices, como si todos nos conociéramos y fuéramos parte de una gran
familia. La tardanza de segundo plato, fue recibido con compasión y paciencia, el
júbilo del brindis, no fue en la
intimidad de la propia mesa, era necesaria gritarla y compartirla. La sensación que todos éramos iguales y parte.
¿Será esto lo que necesitamos en las organizaciones? Tener un foco común claro?.
Apareció también la admiración al ver
a la hinchada ecuatoriana, que alentaban a su equipo, desde la alegría, la celebración y el respeto. No
puedo negar que me dio algo de envidia
y preguntarme ¿qué tienen ellos que nosotros como cultura no tenemos?
La vergüenza empaño
este baile, al ver a los hinchas chilenos en Brazil, en el fragor de sus “hinchaditis”, “aprovechándose”,
traspasando los límites de lo posible, queriendo ver un partido, esondido
detrás del fanatismo, sin comprar entradas, irrumpiendo en propiedad privada.
Me da mucha pena decirlo, pero es tan
chileno. “En el camino se arregla la carga”, y escondidos en la multitud… nadie
es “culpable”. “si todos lo hacen porque no yo”… la cultura del “huaso ladino”.
Este no es el fenómeno de las barras bravas, es la cultura de la hinchada, base
del chaqueteo chileno.
Hoy a dos días de la posible clasificación de Chile,
escucho a nuestros líderes actuales (los jugadores ) hacer su conferencia de
prensa. Hacía tiempo que no escuchaba a un chileno hablar en propiedad, uno de
los grandes, hablar con admiración y grandeza de sus compañeros y de lo que son
capaces de hacer en conjunto. Un winner
dirían por ahí!. Para mi, ser ganador mas tiene que ver con dignidad que con rabia, con integridad que
con des-integrar, con confianza, que
con esperanza, con presencia que con prescindencia. Para que haya cambio
colectivo es imprescindible el cambio individual.
Me surgen algunas preguntas para seguir reflexionando:
¿Será que “somos fieles a nuestra propia esencia”
como la fábula del escorpión y el sapo? ¿Podremos ir cambiando la ontología del
ser chileno? ¿Será que confundimos el ser ganador con “triunfalismo”? El irse
por el camino fácil? ¿qué nos hará tan ciegos al aprendizaje con constancia y
tesón y especialmente rigor? Algo me
dice que hay cosas que tenemos que aprender y desaprender para poder trascender
a otro nivel. Nos decimos hijos del
rigor y del esfuerzo. ¿Donde está la inconsistencia para escuchar en
profundidad lo que nos quiere transmitir nuestro maestro A. Sánchez?
Ana María Torres
26 de junio del 2014
jueves, 5 de junio de 2014
Somos producto de nuestra historia
“La última razón no es una razón es un motivo”
Humberto
Maturana, 29/05/14
3 días Maturaneando.
En este refrescar mi historia como coach, y también mi mirada de la
historia del CO, cumplí otro de mis sueños. Estar cerquita con Humberto
Maturana, antes que ese y éste cuerpo físico se agoten, pues su pensamiento seguirá estando por mucho
tiempo.
Nos adentraremos en la historia.
“El pasado es un constructo explicativo en relación con las
c€oherencias que tengo ahora”. Podríamos
decir que somos “un presente contínuo cambiante”. “Según el presente que
vivimos es como explicamos nuestra historia”.
Lo único que tenemos es el presente, y desde ahí, nos movemos hacia
nuestra historia y también al futuro. Construimos un pasado desde el presente,
desde ésta “hechura”, desde éste “modo de pensar”, desde ésta biología.
Son algunas de las reflexiones que aun me tienen haciéndome
preguntas.
Cuando escribimos nuestra biografía, lo que hacemos es mirar
desde hoy, desde mi hechura actual, la interpretación de los eventos de mi
vida. Más aún, los hechos que elegimos, nacen de mi hechura actual. Quizas si
la escribo en otro momento, son otros los hechos que elijo, y otras miradas.
Y sigue….Cuando hablamos de la historia, pareciera que
accedemos a ese momento, cómo algo estático
y que siempre ha sido así. Podemos decir que somos producto de esa
historia, Cuando “viví lo que viví, mi
cuerpo lo registró” y lo que hoy ocurre es un gatillar en la estructura que he
ido y sigo construyendo. “Todos los días somos generadores del mundo en que
vivimos”.
Esto es uno de las bases desde donde miramos al ser humano,
a la persona, al habitante en el coaching ontológico. El ver como estamos
construido por nuestros aprendizajes, nuestra cultura y también como podemos
transformarnos en la recurrencia del aprender.
Miraremos un ratito de nuestro
sistema nervioso, que es algo diferente a otros seres vivos.
“Al sistema nervioso no le importa lo que hay afuera. No hay
realidades virtuales. Vive como válido al momento que lo vive”.
“No distinguimos entre ilusión y percepción y cómo esto
influye en nuestro mundo relacional”.
“Lo que pasa afuera, gatilla cambios en mi estructura” y
estos influyen en mi mundo relacional”. También lo que pasa en mi, modifica lo
que pasa afuera. Somos un constante fluir, y un constante transformarnos
sistémicamente.
Lo poderoso de esta reflexión es que aunque nos parece tan
difícil hacer transformaciones en nuestro ser, este lo está haciendo todo el
tiempo. “Es la condición de existencia de los seres vivos”. Será cosa que le
ayudemos? Con nuestra capacidad de reflexionar podemos cambiar, transformar
aquello que nos hace sufrir?
¿Qué queremos conservar? ¿qué queremos cambiar?: modos de ser, modo de vida
Son preguntas que nacen en esta fuente. Cuando queremos
cambiar algo, la primera pregunta necesaria a hacerse, según Maturana, es ¿qué
queremos mantener? .”Para que algo se conserve, necesitamos pasarlo por la
experiencia”.
En muchas sesiones de
coaching, los coacheados, quieren ser diferentes a lo que son. Por ejemplo:
“soy tímido”, quiero “aparecer” sin que me incomode. Miramos primero que es ser
tímido para esa persona… Hay un mundo emocional que acompaña a ese juicio.
Tambien una historia… y probablemente “modos de ser” heredados de su propio
medio. Una parte importante de lo que
traemos son “modos de ser”, maneras de pararnos en la vida. Cuando un niño que
ha vivido en un mundo del arte, de la pintura, es muy probable que su quehacer
sea ser pintor. Decimos que tiene vocación. ¿Será vocación o herencia de modos
de vivir?
En mi investigación de la relación con nuestra biología y el
emocionar, siempre me abro a esa pregunta. Tengo colon irritabable. Mi madre
tiene colon irritable. Mi hermana y mi hermano.
Qué es lo que heredamos? El colon irritable o la manera de vivirnos la
vida que hace que tengamos colon irritable?
Entonces será que tenemos que “cambiar la timidez” o
abrazarla para poder acceder a otras conductas? Qué de la timidez me ha ayudado
a ser el ser de hoy? Qué no? Son preguntas que nos abren posibilidades para una
transformación. Nos amplia la conciencia.
Podemos cambiar, nuestra cultura, de donde venimos, si cambia nuestro
entendimiento. Y eso netamente humano.
“Escogemos nuestro hacer, reflexionamos, cambiamos de parecer. Eso no lo hacen
las mariposas”.
“El modo de vida, arrastra la genética”.
La objetividad entre paréntesis
Un giro “copernicano” es cuando descubre que “lo que pasa
afuera gatilla cambios en mi estructura y esta influye en mi mundo
relacional”. Al sistema nervioso no le
importa lo que hay afuera, no hay realidades virtuales. Mi sistema nervioso vive como válido al momento
que lo vive, “eso es”. “No distinguimos lo que es ilusión y percepción. Y
actuamos según lo consideramos válido en el momento de vivirlo. “
“Nada es verdad, nada es mentira. Depende del lente, que lo
hace válido.
Por lo tanto cuando un coachee nos dice: me hirió, o por que
tu me hiciste….Maturana afirma: ¡”a mi me pasa”, no “ tu me haces”.
Determinismo estructural/plasticidad estructural.
Y llegamos al “determinismo estructural”. Lo que nos pasa,
depende de nuestra “hechura”, nuestra estructura. Hay cosas que podemos hacer y
otras no. Por ejemplo, no podemos volar, dada nuestra estructura, enterrarnos
sin oxígeno. Existe una plasticidad. El sistema nervioso, esta interconectada
de una manera, y que no son fijas, se transforman según las circunstancias.
“Eso hace que la vida relacional que tengamos cambien mi
estructura, dependiendo de la vida vivida.
El cuerpo tiene memoria, no estamos fijos en los dolores de la historia.
“.
Cuando en el coaching decimos que podemos aprender, apela a
nuestra plasticidad y dinámica estructural, y poder abrazar eso que nos está
doliendo, para poder trascenderla, poder hacer cambios en la estructura.
Estas son algunas notas y reflexiones de este encuentro con
Maturana y su colega Ximena, que están a la base de lo que hacemos como
coaches.
Ana
María Torres, 5 de Junio 2014
martes, 13 de mayo de 2014
Bienvenida toda tu: Mila
Volví a leer mi primer viaje con Mila en el metro. Y me di
cuenta lo rápido que pasa el tiempo. Hoy tiene mas de dos años, y ya balbucea
frases, conversaciones, que solo su madre le entiende! Es un mundo de tonos, de
movimientos, gestos y balbuceos, que me fascina y me provoca abrazarla,
besarla, que ya no siempre acepta.
Está saliendo del útero materno, y comenzando a socializar
algo a la fuerza. Se suelta y se apega.
Llora cuando su mama se va, y grita “maminaaaa!. Y a ratos independiente
diciendo “adiós”, con su manita regordeta.
Mi hija Pamela, adulta joven, de los tiempos de hoy, parte de este género femenino que tienen una mayor premura de subirse al carro de la profesión, para no “quedarse abajo”, sensación bastante generalizada. En mis tiempos, nos quedábamos con los hijos hasta que entraban al colegio, no siempre a pleno gusto.
Mi hija Pamela tiene la suerte de elegir. Y la matriculó en un jardín cerca de su casa,
para poder llevarla en bicicleta. No se imaginan lo linda que se ve Mila con su
casco, que me recuerda a los “supersónicos”.
Una de sus primeras palabras fue repetir su nombre… “mina”, así
le salía. Ya hoy se sube al ascensor y ve a la vecina subirse diciéndole
“hola”, “yo Mila”. Una leve noción que hay un yo que le pertenece y que tiene
un titulo. La veo cuando se mira al espejo, le encanta. Se hace morisquetas, se
ríe de ellas, con ellas, como si aun tuviera una gemela que la imita.
Tuve el privilegio de acompañarla el primer día de jardín!. Me retrotraje a cuando Pamela, mi hija, entró a su jardín “manina”, no tan lejos de “mamina”, como le dice a su madre, y con una tremenda distancia de lo que esperábamos hace 30 años ¡! Lo único que yo quería era que ella desarrollara su “inteligencia”, su liderazgo, su independencia. Mucho juguete de construcción, peluches, juego didáctico, poca cocinita, ollitas, muñequitas!!! Lo femenino, para mi en ese momento se manifestaba en rebeldía con lo tradicional, con el estereotipo de lo femenino de la época, y queriendo manifestarse algo diferente.
Me recuerdo que después del primer año de jardín, nos
invitaron a todos las madres y padres a terminar el año, a ver algunas de sus
gracias, en un pseudo grupo, pues cada uno andaba por su cuenta, a recibir un
diploma.
Oh! Sorpresa! el certificado decía “Pamela se caracteriza
por su dulzura y femineidad”. Yo que tanto trabajo le ponía a su lado
masculino, viéndolo como su femenino moderno.
Hoy me encanto con tu coquetería Mila, con tu ritmo para
el baile, con tus movidas de cadera, y tu deseo que todos te acompañen: Baila
babu!!!
Me encanto con tus agudos, cuando cantas tus canciones que no
tienen letra ni ritmo determinado. Es tu ritmo!
Me encanto con tu teatro de emociones: La rabia, cruzando
los brazos, frunciendo el ceño, Um!!! Con la tristeza, que te tapas los ojitos y
sollozas como la mejor actriz!
Me encanto cuando haces dormir a tu guagua, y aparece toda tu ternura!
Bienvenida Mila todo lo que traes, tanto de la cultura, de
los tiempos modernos, como de tu esencia de ser mujer-cita!
Cómo te quiero!
viernes, 9 de mayo de 2014
Coaching y Género: 1.- Narrativas, discursos culturales y discursos históricos: ser femenino
Coachee mujer de 37 años, chilena, abogada, soltera. Irene.
Su quiebre declarado: se le está acabando su período
para ser madre, y aun no tiene pareja.
Empatizo con mi coach… y entramos en el mundo de su ser
mujer… su ser madre y los discursos que tiene al respecto. También miramos su
ser mujer desde el ser pareja... Sus narrativas de su historia personal. Sus
juicios maestros al respecto.
Todos ellos tenían que ver el tema de género. Mujer del
siglo XXI.
Indagación
exploradora:
Qué numero de hija eres?
-Soy la segunda de 3, Me antecede un hermano varón, dos años
mayor, y luego viene mi hermana chica 5 años menor que yo.
-¿Cómo fue tu vida familiar?
Indagación de su discurso familiar
Rica… todos criados de la misma manera, bien libres… si
había un mandato para los tres..
-¿Cuál era ese mandato?
Mirando
En lo que hagas tienes que poner todo de si, y no
contentarte con poco. No ser mediocre.
-
¿Qué te ha traído ese mandato?
Cosas buenas, como siempre estarme superando. No dejar nunca
de estudiar. Ser una profesional exigente.
-
¿Qué mas?
Y cosas no tan buenas, que no me doy tregua.
-
¿Qué es eso de no darte “tregua”?
Que siempre puede haber algo mas… y estoy cansada de tanta
exigencia.
-
¿Quién te exige? Distinguir discurso cultural.
No es
lo mismo ser mujer en 2014 que en 1960 y que en 1920. En el mundo occidental.
Hay
algo mas grande que su ser particular e individual de Irene. Ella pertenece a
un discurso de ser mujer, relacionado con el ser perfecta, ser reconocida en el
mundo publico, ganar dinero, proveer para ser autónoma e independiente, en ser deseada, activa y con iniciativa en
los sexual, ser madre, no solo buena, muchas veces perfecta. Para todo eso se
requiere mucha resolución, dedicación y orden. Aparece su masculino, muchas
veces predominando sobre su femenino. Un desbalance entre esas dos energías.
Yo me exijo… y me exijo en la pareja también.
-
¿Y también en tu “deber ser” de ser madre?
En realidad esto no es un deber ser para mi… yo quiero ser
madre! Creo que no estoy completa si no tengo un hijo. Discurso cultural chileno. La maternidad tiene mas fuerza en el ser
mujer que en otras culturas. Chile tiene una tradición cultural católica,
cristiana, centrada en la figura de la Virgen María. Madre, virgen, abnegada y
sufriente. Podemos mostrarlo para sacarlo de la transparencia o simplemente lo
vamos develando a través de nuestras preguntas.
-
¿Y la pareja?
Para serte franca, ahora mas me preocupa el tema de mi
posible no maternidad que de la pareja.
-
Entiendo… y para tener un hijo no necesitas una
pareja?
Bueno, si… lo que pasa que me tocan puros “pasteles”. Me
llegan hombres que al poco rato se transforman en mis hijos, y eso me agota.
Les pierdo el respeto, y me transformo en una “madre superiora”. Y no me gusta.
¿haré algo yo para que eso pase? O tengo mala suerte?
-
No sé , eso me lo tienes que decir tu!... y
miremos esto de ser joven y chilena… Se
lo podemos mostrar! Para sacarlo de su yo, privado e individual, como un
“caso”. Es un fenómeno mas colectivo de lo que somos capaces de ver. La cultura
la vivimos en transparencia y cuando la podemos ver, podemos lidiar con eso.
-
Miremos entonces esto de ser pareja…, que
también puede que tenga que ver con tu maternidad… ¿Te parece?
Si, por supuesto! Todo que ver!!! Y me sorprendo lo que
estoy diciendo! Asociar mi manera de hacer pareja y el tema con la maternidad!
No lo había visto!!!
-
¿Cuál es tu modelo de ser pareja?
Bueno yo tengo una mamá que ha sido dependiente de mi papá.
Sin voz propia. Y yo me dije, yo no voy a ser como mi mamá. Voy a ser una mujer
dueña de mi misma!
-
Si miramos lo que me dices, podríamos mirar el
tema de la dependencia/ independencia… si? ¿qué te dice eso?
Guauu! Parece queestoy media atrapada en mi propia
“independencia”!!!
Te invito a que me muestres con el cuerpo esa “independencia” que has estado viviendo.
Me lo muestra… ¿cómo le podrías llamar? Independencia constreñida…
¿No será otra manera de depender?
¿Parte del mismo fenómeno?
Uy no la había mirado asi!
Y que tendrías que hacer para sentirte menos “constreñida”?
Bueno soltar…
¿cuánto te dejas consentir por sus parejas?
Bueno nada…! Yo hago todo!. Pido mucho y exijo.
Bueno ahora pide para que te consienta!!
Que te gustaría en ese sentido?
No se… no se me ocurre.
Y esta bien que no se te ocurra, pues no has estado ahí!
Por el momento, haremos un ejercicio, para que lo repitas
con muucha gente. Hombres y mujeres… mas hombres que mujeres.
Te sugiero pedir
abrazos…y te dejarás abrazar… no abrazar tu!!.
Ese fue la primera sesión… en resumen. Pareciera que no
llegamos al tema de la maternidad y si llegamos! Lo que hicimos fue visitar su
ser mujer más grande.
Comenzamos a tocar su femenino, haciéndonos cargo también de
su discurso cultural y también de su narrativa de su propia historia de vida.
lunes, 28 de abril de 2014
miércoles, 16 de abril de 2014
La profundidad de lo simple: Coaching 2014
“EL coaching ontológico es muy difícil”, “ ¿como ver la
profundidad de ese ser?”, “Será que yo puedo aprender a hacer lo que los
coaches que conozco hacen?
Son algunas de las reflexiones y preguntas que se hacen los
alumnos de nuestra escuela cuando dan sus primeros pasos en su formación como
coaches.
Lo primero que me surge es preguntarme… y será tan complejo?
Somos tan complejos los seres humanos que nos cuesta tanto llegar a su alma?
Ayer observando a un par de alumnos aprendices haciendo sus primeras prácticas
en este arte, me sorprendí de ver como cada uno tocó el alma de sus compañeros
manifestado en lágrimas, asombro y sobre todo gratitud.
¿Qué tendrían todos ellos en común para que eso pasara? Qué ingredientes tendría este “pastel” tan
exquisito y fresco?. Media taza de inocencia,
2 cucharadas de curiosidad, una pisca de irreverencia, acompañada de un
palito de gentileza. Y no olvidaron el jugo de conexión, que le dio sustancia y
flexibilidad a la masa. Movieron los
elementos dándole mucho aire, silencios, pausas. En la unión de todos ellos fue
necesario ponerle un chorrito de confianza, que le dio el elemento mágico para
su resultado final. El recipiente no fue menor. Tomo la forma de respeto desde
la escucha reverencial.
Los temas fueron bien diversos. Desde un duelo materno en
proceso, la represión de la rabia, la soledad, el deber ser, etc. Cada uno le puso su toque personal, y la
transparencia del aprendiz, dado por el legítimo interés por el ser humano que
tenían delante. Desde allí indagaron, desde allí apareció el coachee.
Las preguntas vinieron desde el “no saber”, por lo tanto,
nada se dio por conocido.
¿Será ese el ingrediente secreto? El indagar desde el
legitimo lugar de no saber? Será que desde ahí, aparece el otro? Desde ahí se
construye confianza? Conexión?
Desde ese lugar, nada es obvio, incluso esas palabras que
compartimos como cultura, como “lata”, “achunchado”, y mas aún, esas que sabemos su significado como, “amenaza” , “bloqueo” “ , adjetivos
como “significativo”, “maravilloso”, “espantoso” o los superlativos que nos son
inocentes.. “extremadamente”, “grandioso”, etc, etc.
La profundidad en la simpleza, eso resultó saliendo del
horno. Servido con un rico syrup de compasión.
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