“Casi no vine a la sesión de hoy. Me pasé toda la noche en el baño, y hoy amanecí muy débil”
Fue lo primero que Juana me dice al abrirle la puerta.
¿Qué hacemos nosotros como coaches en situaciones como esa?
¿La dejamos pasar? ¿Lo tomamos como una anécdota?
¿La tomamos? ¿Cómo? ¿Tenemos recursos? ¿Sabemos qué preguntar?
Hasta el momento, hemos estado trabajando el cuerpo desde distintas perspectivas. Desde las (pre) Disposiciones al Movimiento, desde las respiraciones para activar emociones, lo postural, lo gestual, etc. Lo que traemos “in-corporado” a través de la repetición de nuevas experiencias,. El abrir las posibilidades de nuevas vivencias y aprendizajes. Ha sido poderoso y un aporte significativo para la evolución del coaching.
Hoy aparece la necesidad de ir más allá. De escuchar el cuerpo más interna y profundamente.
El cuerpo habla. Los síntomas, las enfermedades algo estarán diciendo del tipo de vida que llevamos. Del emocionar, del actuar, de los hábitos aprendidos, que se manifiestan en la biología.
Este ha sido territorio de los médicos, y de la ciencia. Y gracias a sus avances, logros, descubrimientos, la longevidad de vida ha aumentado en 20 años desde 1940 a la fecha, con todo lo que eso significa. La medicina se ha avocado a “curar” enfermedades, a atacar los síntomas, a matar los virus que nos invaden, a aniquilar todo aquello que nos provoca dolor, que nos limita en lo cotidiano, que nos incomoda. Ha sido una filosofía de la guerra. De matar al enemigo. Es una mirada, y nos ha servido.
Actualmente con los mismos avances de la ciencia, y de la neuropsicofisiología, han comenzado a desarrollarse miradas más holísticas del ser. Mirar al ser como un todo. Y también como parte de un sistema que se influye mutuamente. No es menor el ambiente en que nos desarrollemos, el clima laboral de nuestro trabajo, las relaciones familiares y conyugales, etc. y las consecuencias en nuestra salud.
“El estado de salud de una mujer (y un hombre) está efectivamente ligado a la cultura en la que vive y la posición que tiene en ella, como el modo personal en que lleva su vida” (“Cuerpo de Mujer, Biología de Mujer, Dra.Christine Northrup)
¡Y nosotros los coaches qué papel podemos jugar aquí?
Nuestro rol, no es curar, como los médicos, pero sí puede ser sanar. Sanar heridas del alma, que inevitablemente se manifiestan en el cuerpo. Sanar dolores emocionales, aprender nuevas maneras de mirar nuestro pasado, y todo eso que hacemos los coaches. Y ese ha sido nuestro camino.
La invitación hoy es mirar y atrevernos a mirar síntomas, enfermedades, espacios que nuestro coachee está “sintiendo”, “sufriendo”, y que le importa y duele en el momento presente. Y desde ahí, poder acompañar para abrir nuevos espacios de reinterpretación .
Volviendo a Juana. ¿Cómo escuchar y hacernos cargo de lo que le estaba pasando?
Le pregunté..
.- ¡Quieres que hablemos de eso? ¡Miremos qué tendrá que ver lo que estas sintiendo en tu cuerpo, con lo que estas viviendo!-
Inmediatamente me dijo que por supuesto, sí es algo que está ocurriendo, sintiendo, experimentando y le importa.
- - Cuéntame los síntomas... –
- - Bueno, anoche comí, como de costumbre, y a media noche me desperté, con la urgencia de ir al baño. Vomité y me fui por el excusado. Me sentí muy mal. Débil, mareada.-
- - O sea... devolviste todo lo que ingeriste?..todo lo que entró, lo
que elegiste que entrara. -
- - Qué te parece que hagamos un juego de roles... y hagamos hablar a tu aparato digestivo-
Acepta la invitación. Le hago cerrar los ojos, respirar profundo unas tres veces y conectarse con su esófago, estomago, hígado, intestino grueso, delgado, recto, ano.
- Tú eres ese aparato digestivo... te has transformado en él... y ahora él va a hablar. Yo te iré haciendo preguntas y tú respondes como el ser del aparato digestivo.
¿Como estás? Algo adolorido y medio hinchado.
¿Y tu semblante? Uy, estoy bien rojo, casi como la sangre.
¿Estaá quieto?.... No, estoy en movimiento continuo, sueno, rugo, muevo mis líquidos, y aunque los quiero aquietar no puedo... escapa a mis posibilidades. Yo soy bullicioso, pero mi dueña, siempre me reprende, pues me dice que la hago pasar vergüenzas.
¿Tú hablas de rojo, de rugir, cuéntame de tu estado de ánimo?
Estoy enojado, estoy irritado, resentido! Necesito gritar... ¡!!!
Grita entonces!!!
AaaaaHHHHaaa!!!!
Ponle palabras a ese grito!
NO QUIERO MAS AGUANTAR LOS MALOS TRATOS.
NECESITO GRITARLO...
¿Vomitarlo??? ¿Evacuarlo?
SIII!!!
¡Sigue! Que más!!!.... x ###"³W&#¥
¿Qué contiene ese vómito? ¿Esa diarrea?
Todos los NO que me trago... y acepto todo lo que me pide mi jefa y que hasta ahora no me he atrevido a poner límites.
¿Y que te está pasando ahora???
Qué exploté!!! NO MAS!!!
... Y ya sabemos que hacer como coaches, cuando llegamos al quiebre.
¿A qué poner atención?
1.- Tu biología no es ajena tu cuerpo y es parte de la coherencia.
2.- Que el cuerpo es sabio y muestra las arrugas o heridas del alma.
3.- Que los síntomas o enfermedades son señales a escuchar y ponerles voz.
4.- Usar el sentido común y la metáfora.
Por ejemplo, el caso de Juana,
Lo que ingirió, lo seleccionó. Una parte no logró digerirla, y la eliminó por donde mismo entró. Otra parte hizo su proceso, y su cuerpo dijo! No, esto hay que eliminarlo rapidito, pues me está contaminando. A limpiar!
También la sabiduría popular. “Botó hasta las tripas”, “ Amargo como la bilis”. Si mi boca queda amarga... es muy probable que devolví, ya con un proceso hecho en el hígado, algo mas profundo. Y también, aprovechar “la amargura”. Hay algo que ese sabor me está diciendo. Preguntar por su dulzura en la vida... sus espacios de gozo.
Lo que es claro que nada de eso que tragó era saludable para su cuerpo. Más aún, lo irritó.
5.- Algunas nociones de anatomía y fisiología...
Sí algunas. Tener nociones de cómo funciona, en este caso, nuestro aparato digestivo. Y qué hace cada parte. Por ejemplo... cuando comemos, una vez que masticamos y tragamos, el primer órgano que comienza el proceso digestivo propiamente tal, es el estómago, que comienza a seleccionar. Después pasa al hígado...donde se produce la bilis... y se produce otro proceso químico.... hasta llegar a la evacuación final a través del ano. Cada etapa tiene su función, y es importante conocerla, para poder hacer las asociaciones, dependiendo de los síntomas del coachee.
6.- Conocer algunas analogías de órganos y enfermedades.
Hay muchos escritos respecto a la relación mente cuerpo. Lo que es claro que esto no es una relación lineal, pero nos puede servir de referencia para chequear territorios de preguntas.
Por ejemplo, las enfermedades o síntomas asociados a las vías respiratorias, podrían estar relacionados con conflictos en el dominio de la libertad, los riñones, a la rabia, la cabeza a “apuros por resolver” (rollo), Huesos, flexibilidad/rigidez, rodillas, Humildad/arrogancia, etc.
Esta es una primera aproximación y aporte a un tema tan relevante de nuestra coherencia, que nos permite, como coaches, poder servir de un modo directo, a esos espacios que están detrás de lo que nos ocurre, y que se manifiestan con dolencias del cuerpo, que no podemos evitar y nos hacen sufrir. Incluso, dado el mundo interpretativo que trabajamos con los coachees, podemos anticipar síntomas y/o enfermedades, y por qué no decirlo, prevenirlas.
Y como dice el Dr. Jorge Carvajal, en una entrevista realizada el 10 de Marzo del 2009, “la enfermedad es un maestro, una oportunidad para organizar una armonía superior en nuestra propia vida, a nivel físico, emocional, mental y espiritual.” Y nosotros los coaches, podemos hacer un gran aporte allí.
Ana María Torres
Coach para el Alma y el Cuerpo
1 comentario:
Hola Anita, Mi nombre es Juan Pablo Gonzalez, Acepiano 2012. Que lindo el artículo, muchas gracias, leyendo tu blog me aparecen cosas que antes no linkeaba... el ser humano es mágico y maravilloso, un sistema holístico que interactúa con el Todo de formas que aun no comprendemos, algunos, ya están viendo relaciones como la que planteas... en buena hora.
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