sábado, 25 de julio de 2009

Tan lejos ...tan cerca: Coaching a distancia



¿Coaching a distancia? ¿Y como trabajas el cuerpo? ¿Es menos efectiva? ¿Cómo te conectas con su emoción? (Publicado wn Newfield Newsletter N°3)

Son algunas de las interrogantes que aparecen cuando hablo de estar haciendo coaching a distancia, ya sea telefónico, vía skype o por escrito a través del email.
Cada una de estos medios tiene su particularidad, sus luces y sus sombras, y lo común es que NO estamos en vivo y en directo.

Hoy día la tecnología nos ayuda para poder ver al coachee a través del computador, con el uso del skype, o de conectarnos vía mail, y también por teléfono Y no nos estamos mirando a los ojos, por lo tanto sigue siendo la palabra el foco más importante. La palabra de lo dicho es nuestro tesoro. (Vamos a dejar el coaching escrito para otra oportunidad.). Allí es donde poner el foco. La palabra a distancia. A través de un micrófono, y un audífono. Lo que nos hace focalizarnos solo en eso, aunque de vez en cuando miremos su imagen.

Escucho y pregunto sobre sus historias, y lo mas poderoso de la palabra como protagonista, sin distracciones, es que escucho lo que no se dice.

Escucho emociones en sus silencios, en sus bajas o subidas de tono. Y ahí pregunto por lo que le está pasando. Escucho aquel que habla y habla, y que no permite que le pregunte, muchas veces por temor a mostrarse. Ahí lo paro después de un rato y le muestro el fenómeno. ¿Qué es lo que te produce tanto miedo, que necesitas hablar tanto?

Escucho palabras que repite recurrentemente, por ejemplo, “debería”..o “lucha, enfrentar, defenderme...” o no puede hablar en primera persona y lo hace en plural .Cada una de estas particularidades nos pueden llevar a conversaciones diferentes. Por ejemplo el “debería” a mirar su estructura. Su apego a las normas. El lenguaje de la guerra, conversar sobre su aproximación a la vida desde la defensa ataque, por ejemplo.

El hablar de “nos pasa que ...”, en plural, me surge preguntarle, ¿y donde estas tu?, pues este lenguaje tiende a la teorización. A veces tiene que ver con la incompetencia de mirarse. Y podemos seguir mirando señales.

Durante el proceso, podemos intuir o mirar como esta su cuerpo. Si está echado para adelante y lo estamos escuchando ansioso o apurado, pedirle que siga hablando, y que cambie su postura hacia atrás.! Si su conversación salta de un lado para otro, abre muchos temas, podemos pedirle que ejercite la focalización y mire fijamente un objeto, que lo describa en detalle y luego desenfocadamente y amplíe su campo visual, y lo ejercite ahí. El foco es la energía masculina, es la resolución, y el desenfoque, la mirada de conjunto, es la energía femenina, de abarcar, de contener. Jugar con ambas energías.

Algo mas sobre la particularidad de la estructura en el coaching a distancia. El comenzar con un centramiento..o una imaginería ayuda a conectarnos. A entrar virtualmente en este espacio y acercarlo. Haciéndolo explicito, por ejemplo, respirar juntos. También, rigurosidad con el cierre. ¿Cómo estas para terminar la sesión? Hacerlo en forma explicita, para poder hacernos cargo de su emocionalidad, y poder cerrar esa conversación de coaching.

El no tener todas las distracciones del entorno nos permite acercar la lejanía, y estar presentes y poder ser un presente para nuestro coachee, más allá de las palabras.

Ana María Torres

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