Este es un escrito que surge a propósito de ir abriendo reflexiones en torno al modo que ejercemos nuestra disciplina de ser coach ontológico. Dado que es una disciplina emergente, la estamos definiendo, como comunidad, continuamente, cada vez con pilares más firmes y consensuados . Cartografiando el territorio, los límites, los acuerdos.
¿Qué entendemos por proceso?
.
La palabra Proceso
presenta origen latino, del vocablo processus, de procedere, que
viene de pro (para adelante) y cere (caer,
caminar), lo cual significa progreso, avance, marchar, ir adelante, ir hacia un
fin determinado. Por ende, proceso está definido como la sucesión de
actos o acciones realizados con cierto orden, que
se dirigen a un punto o
finalidad, así como también al conjunto de fenómenos activos y
organizados en el tiempo.
¿Qué es un “proceso” de coaching (individual)?
Al mirar un proceso de coaching, podríamos decir que es una secuencia de
sesiones que pretenden un fin determinado, definido por el coach en conjunto
con el coachee. Tienen un orden? Si en el caos hay un orden, podríamos decir
que tiene un orden.
No siempre es tan clara la finalidad, pues en un proceso de coaching
aparecen temas que no estaban disponibles al comenzar las sesiones. Por
ejemplo: Si el tema del coachee es atreverse a hablar en las reuniones en
presencia de las jefaturas, podemos ir viendo en el camino, que no solo es un
tema de atrevimiento, de vencer sus miedos a la autoridad. Comenzamos a ver,
por ejemplo, que es con la autoridad
masculina, y eso nos puede llevar a temas mas profundos como abuso de poder de
figuras de autoridad cuando era pequeño. A temas de bulling u otros donde se
desarrollo el miedo a la autoridad. Entonces,
necesitamos trabajar y/o sanar heridas que aun están allí, ejerciendo su
influencia hoy.
Aparece la palabra sanacion, la cual no la dejaremos en el aire y la
recogo en lo comun del coaching individual y grupal.
Proceso de Coaching
individual
Hablamos de proceso de coaching individual e inmediatamente aparece la
pregunta por el dominio. ¿Qué tipo de coaching? ¿De vida? ¿ejecutivo?
¿Es lo mismo un proceso de coaching
individual ejecutivo y coaching de
vida?
Distingamos el uno del otro.
Coaching individual de vida:
¿Por que le llamamos “de vida” (life coaching)?. Todo lo que vivimos es
vida, mas queremos distinguirlo del coaching ejecutivo que es donde los coaches
desarrollamos un espacio profesional relevante. Se podría decir que está en el
dominio personal, que tambien incluye lo laboral, mas es un interés personal y
no está implicada una compañía que financia y solicita.
Ocurre entre un coach y un coachee en un espacio privado y cuidado.
Cuando llega un coachee no sabemos si será un proceso o una sesión única. Ambas
son posibles.
¿Hay aprendizaje en coaching ontológico de una sesión?
Hay ocasiones de consulta de un coachee interesado en resolver algun tema
puntual, como tomar una decisión urgente, entrar o no a un negocio, moverse de
puesto en una compañía, mudarse de un país a otro, una infidelidad descubierta, etc, en una sola
sesión.
Lo que hacemos los coaches ontológicos es abrir preguntas, acompañar al
coachee a mirar lo que le está ocurriendo desde otra perspectiva. AL comenzar
la sesión, en estos casos, dejamos muy en claro, que no le vamos a dar una
respuesta sobre lo que “tiene” que hacer. Estamos ahí para abrir el abanico de
posibilidades, presentes y futuras, asi como también mirar como contexto, su
historia de toma de decisiones ya sea en el dominio que consulta o mas general.
El aprendizaje estaría dado en ampliar la mirada del observador,
perspectiva poderosa y central de la propuesta del coaching ontológico.
Cuando se trata de un proceso, que son la mayoría de los pedidos, el
interés por parte del coachee es resolver, mas hay un consenso que se descubre
en la primera sesión. Existe
territorios de aprendizaje que están en la base y/o detrás del tema de
consulta, que pueden ser diversos, tales como: dependencias, modos de vivirse
un duelo, manejar los celos, abusos,
incapacidad de poner límites, etc. A esto le llamaremos aprendizajes
transformacionales.
Para que exista un aprendizaje
transformacional, es necesario tener
conversaciones de coaching sistemáticas y secuenciales por un cierto período de
tiempo.
¿Qué frecuencia? Y por
cuanto tiempo?
No hay una respuesta única. Al trabajar en tres dimensiones, cuerpo,
emoción y lenguaje, los procesos suelen ser efectivos y profundos y no tan a
largo plazo.
Podemos diseñar aproximadamente un numero de sesiones de acuerdo a lo que
se quiere lograr. Por ejemplo, si estamos desarrollando un proceso de coaching
ejecutivo, podemos diseñar una cantidad de sesiones si el objetivo es Delegar y
trabajar en equipo.
La frecuencia, al comenzar es recomendable hacerla semanalmente cuatro o
6 sesiones. Evaluar (desarrollar mas este tema)en conjunto y ahí diseñar las
próximas, su frecuencia y una aproximación de tiempo de duración.
Coaching ejecutivo
En el caso de coaching individual
ejecutivo, en muchas ocasiones este se desarrolla dentro de una Asesoría a
la Compañía a que pertenece el ejecutivo. Siendo así o no, este normalmente
ocurre en un espacio privado de la compañía, donde el coach debe velar en forma
explicita que este se desarrolle en un lugar especial, que no sea la oficina
del ejecutivo, donde tengan privacidad y discreción.
Normalmente la primera sesión es para acordar en forma unánime con el coachee,
los dominios a trabajar, el plan de sesiones, duración de cada sesión y la
promesa que hacemos como coaches a cumplir al final del proceso.
Esta primera sesión también es para acordar deberes y derechos de ambos.
Para que se pueda cumplir con una promesa, se necesita que el coachee
(ejecutivo) se comprometa a realizar las acciones que el coachee solicite
durante el proceso para desarrollar competencias en algunos dominios del C-E-L.
Estas pueden ser conversacionales, pueden ser de observación, de silencios, de
actividades físicas, de autobservación, de registros, de constatación, de poner
nombre a emociones, de distinguirlas, etc.
No siempre tenemos mucha libertad para la cantidad de coachings a
realizar en las organizaciones. Estas no exceden a 10 en la mayoría de los
casos y en ese periodo se pueden lograr avances y aprendizajes profundos
dependiendo del involucramiento del coachee en el proceso.
Desde la perspectiva del coaching ontológico, no hay mucha diferencia entre
coaching ejecutivo y de vida en su esencia. El ser es uno solo, que se
manifiesta en diferentes dominios y uno de ellos es su rol de “ejecutivo” en el
ámbito laboral. Ser ejecutivo es un rol de dirección. Ejecutan, son los que
mueven las organizaciones. Los que declaran caminos a seguir y mueven a sus
equipos en esa dirección.
En ambos, coaching de vida y ejecutivo, miramos ese ser que estamos siendo, como
resultado de un devenir propio y también de una deriva histórica. Tienen a la
mano ciertas competencias mas que otras. Se constituye como parte de un sistema, constituimos,
en relación a otros. En la familia, en
los equipos de trabajo, en los equipos de directorio, si es el caso, en lo
social.
Lo que mas identifica el coaching ejecutivo, es el pedido de la compañía
de trabajar ciertas destrezas que son necesarias para mejorar su desempeño
laboral y/o como líder. Sabemos que ese es el resultado posible a lograr ,
pareciera claro, y sabemos que es la punta del iceberg.
Existe un norte donde tenemos que llegar y el camino lo construimos en
conjunto. El rol del coach es explorar sus aprendizajes, sus creencias, y
trabajar la coherencia del cuerpo, emociones y lenguaje de su ser hoy.
Vamos a dejar por el momento este espacio de mirar coaching individual
“de vida” y “ejecutivo”, para entrar a desarrollar algunas distinciones de lo
que estamos entendiendo por coaching individual y colectivo. Comencemos por
mirar algunos dominios que comparten.
Coaching individual y
coaching colectivo: lo común
¿Qué hacemos los coaches?
Tanto en coachings individuales como grupales, los coaches entramos en
territorios para sanar heridas que siguen influyendo en la vida presente del
coachee. Las tocamos, indagamos en ellas. Y desde el observador que es hoy, lo
acompañamos a cerrar conversaciones pendientes, perdonar o pedir perdon, agradecer,
vivirse emociones enquistadas, etc. Escuchar desde la autocompasión esas
conversaciones que han bloqueado muchas veces el poder avanzar, el poder
disfrutar, el poder celebrar, el conectarse con la alegria de la vida.
¿Porqué sanar? ¿Tenemos ese
poder?
El lenguaje nos permite usar metáforas para interpretar los hechos que
nos han cambiado la vida involuntariamente. Ese momento lo hemos llamado
quiebre. Hay quiebres que permean toda la vida, asi como otros que los
resolvemos, y seguimos. De ambos podemos
aprender.
Fernando Flores llamaba a esos eventos marcadores “pervasive
conversations”. Traducido al español
sería “conversaciones pervasivas”. Esos
hechos que han marcado la existencia, como abusos, violencia, violaciones,
muertes, asesinatos, secretos, cambios de país, expulsiones, bulling, etc. Hechos
que han dejado huella, heridas.
Huellas/heridas emocionales, biológicas, corporales, de conversaciones
internas, juicios, interpretaciones de lo que es posible o no. En múltiples ocasiones necesitamos sanar,
cerrar, “abuenarnos” con el pasado para poder avanzar y abrirnos a un mundo
interpretativo diferente. Para eso es necesario, mirarlo, re-vivirlo,
re-sentirlo, limpiarlo para trascenderlo. Es como una herida abierta, que aun
está infectada. Y nosotros ayudamos a limpiar, a desinfectar. Duele y sana.
Requiere de nuestro acompañamiento, de nuestra compasión y empatía.
Muchas veces nos hemos preguntado, para sanar estas heridas requerimos
ser expertos en los temas? Como duelos, abusos, violaciones,enfermedades,
etc.? Es relevante saber, qué implica emocionalmente, biológicamente
y las conversaciones recurrentes de estos temas, siendo lo mas importante, el
acompañar para validar y aprender. El construir una nueva narrativa. Y eso los
coaches lo sabemos hacer. Y para que
esto ocurra, requerimos de contextos
amorosos, donde el coachee se sienta escuchado, acogido y comprendido. Los rituales nos pueden
ayudar a sanar dolores de heridas pasadas.
Esto es válido para ambos espacios el individual y colectivo.
Continuará….
Ana
María Torres
Catapilco,
29 de abril, 2017
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Soy parte de un grupo de colegas donde reflexionamos y escribimos sobre nuestra disciplina para ir enriqueciéndola y a la vez profesionalizándola. De ahí han ido surgiendo gran parte de estas preguntas y comenzar a darle forma a esta disciplina.