EL PODER DE LOS JUICIOS
Ö Contrario a las afirmaciones
que usamos para describir la manera en que observamos las cosas (lo que
es real para nosotros), los juicios
son una apreciación o interpretación
nuestra sobre la realidad. A raíz de un juicio emitido el mundo cambia.
Ö Al emitir un juicio,
generamos esa nueva realidad que afecta
la identidad de lo juzgado, abriendo (o cerrando!) un ámbito de
relaciones y acciones posibles entre nosotros y lo que hemos juzgado. Esto
es válido para situaciones, objetos, como personas. Es así como los juicios que
hacemos de otros, que nos hacen o nos han hecho
influyen en nuestra identidad pública y privada, sean o no fundadas.
Ö Los juicios son actos enteramente lingüísticos, solo cobran existencia cuando los formulamos; su poder
(declarativo) radica en que las interpretaciones que proveen, modifican la
realidad de los sujetos y objetos directa o indirectamente afectados por
nuestro juicio.
Ö Como interpretación el
juicio vive en el que lo emite, no es una propiedad del objeto o persona
que juzgamos; siempre deja abierta
la posibilidad de discrepancia (!).
El compromiso social que
asumimos al juzgar, es:
§ que nuestro juicio es válido
(o sea: tenemos la autoridad y la competencia para emitirlo) a diferencia de
las afirmaciones que son Verdaderas o Falsas y el poder está en las evidencias
que proveemos.
§ que lo podemos fundar,
en términos de:
-
Mi inquietud (¿Para qué juzgo?)
-
Especificar el dominio
de acción (¿En qué ámbito juzgo?)
-
Estándares de
conducta para mi juicio (¿A
cuales estándares de conducta se refiere?)
-
que existen
afirmaciones sobre conductas recurrentes, en el pasado, que lo respaldan;
-
que no existen
contra-afirmaciones.
Ø Los juicios son solo eso … juicios! Si son
fundados, son solo eso…. Juicios fundados!!
Autoridad para emitir juicios
Primera responsabilidad social de los
juicios: Tener autoridad.
Decimos que la primera responsabilidad social al emitir un
juicio es tener la autoridad para hacerlo.
Por el hecho de existir, de ser linguisticos e interpretar en el lenguaje, tenemos la
capacidad de emitir juicios, opiniones. Es una cualidad intrínsecamente
humana. En lo cotidiano, emitimos
juicios, asumiendo esa autoridad para darle sentido a nuestras acciones. Nos orientan,
son nuestra brújula. . Por ejemplo: “hace frio”, y buscamos algo para
abrigarnos. Jorge es “divertido”, y esperamos reírnos con la presencia de
Jorge. “Estamos en crisis” le digo a mi
pareja. Distinto es que emita el mismo juicio respecto de la economía del
país. No es lo mismo que lo diga yo, es
solo mi opinión, que no se nada de
economía, a que lo diga el presidente del Banco Central, que al segundo de ser
dicho, se ve reflejado en el mercado, bolsa, etc.
Dado que los juicios son declaraciones, generan mundos, es
importante cuidar los juicios que hacemos de otros, pues tienen repercusiones
tanto en lo personal como en lo colectivo.
¿Entonces qué
significa dar o tener autoridad para emitir un juicio?
Diferente es darle autoridad a otro para que haga juicios de
mi, de entidades, del mundo. Muchas veces estamos mas pendiente de los juicios
de otro, que de los propios, aunque discrepemos. Dudamos de nosotros mismos y
queremos darle en el gusto a todos. ¿Será eso posible? Por ejemplo: “ser buena
persona”. Para unos será posponer mis
intereses por sobre las necesidades de otro. Para otro será signo de debilidad,
para otros incapacidad de poner límites, etc. A unos les parece positivo a
otros no. Nunca le vamos a dar en el gusto a todos, dado que tenemos diferentes
interpretaciones de lo que significa ser “buena persona”.
Aquí es importante, hacernos la pregunta ¿a quién le doy
autoridad para emitir ese juicio?
Socialmente, le damos autoridad para emitir ciertos juicios a entidades
o personas que colectivamente le damos ese poder. Por ejemplo, jueces,
árbitros, guías espirituales, líderes sociales, etc. Y en forma individual, le daremos autoridad a
quienes queremos, a quienes juzgamos que saben en algún dominio en particular.
Podemos decir que es una responsabilidad personal, el tener esta pregunta
presente.
En el caso de los niños,
por el hecho de serlo, le dan autoridad a sus padres frente a los
juicios que estos hacen de ellos, es mas delicado aún. Requerimos asumir la
responsabilidad familiar de que las “etiquetas” que le pongamos a nuestros
hijos, van a influir en su identidad que después son muy difíciles de modificar.
Saber que estos juicios no son escuchados como tal, sino que mas bien como
afirmaciones del ser de ese niño: “así soy yo”.
Enfatizando lo ya dicho, Los juicios
son un componente importante de la identidad de las personas, organizaciones,
comunidades, países, etc. Con nuestros juicios afectamos a tales entidades. A
su vez, todo juicio es emitido por alguien y habla también de ese alguien que
lo emite. De ahí la responsabilidad social de fundarlos, constituyendo una
segunda responsabilidad social.
Fundamentación de juicios:
Segunda responsabilidad social de los juicios: Fundarlos
La capacidad de interpretar, como ya expresamos, es una
cualidad eminentemente humana y nos conecta con el sentido y la
temporalidad. Interpretamos, juzgamos en
base a acciones realizadas en el pasado. Lo hacemos en el presente, y nos sirve
para proyectarnos al futuro. Por
ejemplo, estamos por contratar un/a asistente, y evaluamos su responsabilidad.
Hacemos preguntas del pasado: ¿Cuántos trabajos ha tenido? ¿Cuánto tiempo en
cada trabajo? . Pido cartas de recomendación (juicios y afirmaciones).
Juzgo que tengo suficientes fundamentos
para decir “es responsable” , la contrato, y espero que se comporte
“responsablemente”, en el trabajo.
Por el contrario, si emito un juicio en base a otros
juicios, sin preocuparme de tener suficientes pruebas, afecto mi identidad
personal, como la del otro, por el solo hecho de declararlo, genero dolor, sufrimiento,
además de desprestigio.
Por lo tanto, el fundamento de los
juicios tiene que ver con la forma en que el pasado es traído al presente para
esperar ciertas acciones en el futuro. Se trata de formular juicios que nos apoyen efectivamente
en tratar con el futuro. Al cambiar las acciones recurrentemente en el futuro,
podremos modificar el juicio que tenemos sobre algo o alguien, incluyéndonos.
Existen al menos 5 dominios a mirar
para fundar un juicio.
1)
Mi inquietud (¿Para qué juzgo?) “La
acción que proyectamos hacia el futuro cuando emitimos el juicio”.
Siempre emitimos un juicio “por o para algo”. Visualizamos un
futuro en el cual nuestro juicio
abrirá o cerrará posibilidades.
Por ejemplo: Si decimos que Juan es
“inteligente”, es para destacar que Juan se comportará “inteligentemente” en el
futuro. Puede que lo hagamos para quedar bien con Juan, para promoverlo, para
contratarlo o para empoderarlo. Cualquiera de estas situaciones implica un
futuro posible y diferente. Abrir o cerrar posibilidades en el futuro, incluso
si se trata del juicio de “inteligencia”. Juan al escuchar ese juicio, puede
sentir que no puede cometer errores y entrar en una espiral de autoexigencia
que le cierra posibilidades.
2) Estándares de
conducta para mi juicio (¿A cuales estándares de conducta se
refiere?) “Los estándares sostenidos en relación a la acción futura
proyectada”.
Suponemos que el juicio emitido se
coteja con un conjunto de estándares de comportamientos para juzgar el
desempeño de los individuos, que nos permiten evaluar la efectividad de sus
acciones.
Siguiendo con Juan, es importante ver
cual es el estándar que tengo de responsabilidad. Por ejemplo: que llegue al
menos el 95% del tiempo a la hora, que entregue los reportes solicitados al
menos en un 90 % en la fecha acordada, etc.
Los estándares provienen de tradiciones particulares que nos
dicen qué esperar y por lo tanto de expectativas sociales. Estos estándares
cambian con el tiempo y la mayoría son sociales, o sea pertenecen a la
comunidad y obedecen a circunstancias históricas concretas.
Esto es evidente en los estándares de belleza, de comida
sana, de éxito, etc. Hoy en día comer sano, no tiene las mismas medidas que
hace 20 años atrás y están cambiando día a día.
Lo que hacen los líderes es traer nuevos estándares que
antes no estaban disponibles para la comunidad.
3) Especificar el dominio
de acción (¿En qué ámbito juzgo?) “El
dominio de observación dentro del cual se emite el juicio”
Emitimos juicios dentro de un dominio
particular. En el caso de Juan el dominio es en trabajo. Puede que no sea
“responsable” en el cumplimiento de sus compromisos con su hijo o en el
deporte. Muchas veces generalizamos al emitir un juicio, “soy tímido/a” , “los
políticos son corruptos”, “los hombres no son confiables”, etc. Y nos cerramos
posibilidades con nosotros mismos y de interactuar con otros, incluso de
generar relaciones, basados en una o algunas experiencias pasadas.
El juicio debe evaluarse confinado al
dominio particular en el cual fue emitido.
4) Afirmaciones
sobre conductas recurrentes, en el pasado, que lo respaldan; “Las
afirmaciones que proporcionamos respecto de los estándares sostenidos”
Cuando disponemos de afirmaciones
que nos permiten medir respecto de algún estándar en algún dominio particular
de observación, podemos generar un juicio con fundamento.
Si no somos capaces de proporcionar
afirmaciones, no somos capaces de fundar juicios. La afirmación genera
confianza en el juicio y en quien los emite. Por el contrario, cuando este no
se basa en acciones concretas, desconfiamos de la persona o la entidad que
realiza el juicio. Los lideres proveen
suficiente fundamento a sus juicios, generando confianza.
Volvamos a Juan: Miramos el registro de
entrada diaria a la oficina, y constatamos que el 95 % de las veces llegó
puntual, incluso antes de lo requerido. Si miramos el juicio “soy tímida”, y mi
estándar es “ponerme roja” el 80% de la veces que me enfrento a alguien que no
conozco. Puedo constatar que es un juicio que tiene acciones que puedo mirar y validar.
Y si decido trabajar ese espacio, puedo ir registrando, como puede ir variando
ese estándar, para ir cambiando el juicio de mi misma.
A menudo fundamos los juicios con otros
juicios, no vemos las acciones que lo sostienen, solo vemos los juicios que
hacemos de ellos. En este caso es muy difícil poder cambiar el juicio o
aprender de él, dado que no vemos acciones posibles a modificar.
Cuando fundamos juicios de
comportamiento, apuntar a una sola instancia y depender de una sola acción
podría ser insuficiente.
5) Que no existen
contra-afirmaciones. “ No encontrar
fundamento suficiente para fundar en juicio contrario”
Las afirmaciones que somos capaces de
proveer para fundar un juicio no garantizan que lo consideremos bien fundado.
Puede ocurrir que generemos una
cantidad aún mayor de afirmaciones al intentar fundar el juicio contrario. Por ejemplo, en el caso “soy tímida” al
intentar fundar el juicio contrario, me doy cuenta , sólo me pasa con personas
a quienes le doy autoridad, y no con amigos/as que vengo conociendo. En ese
caso, lo que necesitamos es definir el dominio, y así acotar el espacio, donde
quiero aprender.
A veces hacemos el juicio “los hombres
no son confiables”, pues tuve una experiencia dolorosa donde me sentí
traicionada. Y cuando comienzo a buscar acciones para fundar el juicio
contrario, me doy cuenta que hay mas afirmaciones de confianza que
desconfianza. Puede ocurrir que ese evento ha sido muy importante en mi vida,
aun así, generalizar, me ha cerrado posibilidades en mi aproximación con el
mundo masculino.
El
poder de los juicios en el coaching
Ø Los juicios son “ventanas al alma humana”
· Los juicios que emitimos, revelan el tipo de observador que somos.
·
Los juicios nos permiten dar
sentido y valor a nuestra existencia.
·
Nuestro modo de ser en el mundo, está enraizada en cómo
vivimos los juicios que se tienen o tenemos de nosotros mismos.
Estas tres premisas, que son grandes
declaraciones las llevaremos al coaching, como miramos el alma del coachee
escuchando los juicios que emite, que hace de si mismo, de otros, de las
circunstancias y situaciones. Como coaches, si ponemos atención a los juicios
del coachee, nos permite entrar mas profunda y rápidamente a su alma.
Las dos caras de los juicios
· Los juicios que emitimos, revelan el tipo de observador que somos.
Hablan mas de quien los emite, que a
quien, quienes o qué estamos enjuiciando.
En el coaching, los juicios nos develan el ser del coachee, de lo que le
importa o no.
Por ejemplo: si habla de “los sacrificios”, ya nos da una pauta a mirar; si nos habla de
lo justo o injusto; de la “batalla”; de
“que anda mas suelta” “equilibrio”, “estabilidad”. Cada uno de esos juicios hablan de lo que le
importa, desde donde está mirando la vida.
Son puertas donde el coachee nos esta revelando su ser, y
por lo tanto podemos indagar en ellos.
“Desafiar juicios”
·
Nuestro modo de ser en el mundo, está enraizada en cómo
vivimos los juicios que se tienen o tenemos de nosotros mismos.
Muchas veces en el coaching les decimos a los alumnos: “desafía los juicios del coachee”. Le
estamos diciendo toma los juicios que trae e indaga en ellos.
Por ejemplo si un coachee habla de la vulnerabilidad, o
autocontrol, pareciera ser que sabemos
de lo que está hablando, dado que hay un sentido común del término. ¿Y sabemos?
¿Será lo mismo para mi que para el? ¿Qué será lo que esta viendo que dice
vulnerabilidad o autocontrol?
ü Podemos indagar en
las afirmaciones que sustentan el juicio,
acciones:
o
Dame un ejemplo de
...?
o
Qué acciones estará
mirando que dice vulnerabilidad o autocontrol??
ü Indagar en sus
explicaciones, preguntamos por sus
interpretaciones, que son otros juicios,
para saber de donde vienen.
o
¿Qué
interpretaciones tienes de… tu vulnerabilidad?
o
¿Qué explicaciones
tienes de…?
o
¿Qué quieres decir
con “…”?
ü Indagar en su
historia:
o
¿De donde viene esa
interpretación?
o
¿Donde aprendiste la
vulnerabilidad o el autocontrol?
ü Indagar en el fenómeno en una dimensión mas profunda:
o
Qué te pasa con la
vulnerabilidad en tu vida?
ü Indagar en los
juicios maestros
Los juicios se transforman en maestros, cuando tiñen mas de
un dominio. Van de la mano con las creencias y “mandatos”.
o
En ocasiones nos
encontramos con ciertos estereotipos de
comportamiento, como “el/la salvador/a”, se hace cargo ; “la abnegada”, dar
y dar sin pedir y recibir; “el/la mediador/a”, se hace cargo, etc, etc.
o
Otra manera de
expresarse como actos declarativos, son
las interpretaciones de cómo vivirse la vida, tales como: “la vida es una
lucha”, “si no hay esfuerzo, no tiene valor”, “sacrificarse”, etc. Influyendo
en todas sus acciones y relaciones.
ü Indagar en las metáforas:
Asi como revelan, ocultan. Podemos jugar con las metáforas
que nos trae el coachee, como una herramienta que devela el espacio poético, de
lo que no tiene nombre, y así podemos hablar de “ello”. Y en ocasiones es conveniente “aterrizarlo”
para mirar que hay allí de su manera de vivirse la vida o lo que está viviendo
en ese momento.
o
Por ejemplo: “tengo
una camisa de fuerza”, “me estoy ahogando”, “entré al campo de batalla”, etc.
o
Hablame de eso “que
te estás ahogando”…!
ü Indagar para diferenciar el fenómeno de la explicación
Decimos que fenómeno, son los hechos, las afirmaciones y la
explicación, la interpretación, los juicios que tengo del fenómeno.
o
Por ejemplo: “Pido y
pido a mi familia y no me escuchan. Pareciera ser que no tengo autoridad.”
Como coaches requerimos estar atentos cuando el coachee trae
el fenómeno con su explicación como si fueran parte de lo primero. Ahí está
nuestra destreza de mostrárselo.
Por ejemplo: “Para ahí. ¿Qué tal que miremos lo que me
acabas de decir. “Pido y pido a mi familia y no me escuchan” es una parte … y
tu explicación es “pareciera que no tengo autoridad”. ¿Podría haber otra?
Jugamos con el mundo interpretativo, para
mirar otras posibilidades de accionar y emocionar, dado como lo está mirando el
coachee, no son posibles.
En otras ocasiones es mas evidente aun: dicen ” “porque”
no tengo autoridad”. Son veredictos, que no permiten cambio ni movimiento. Pareciera
ser que la explicación le pertenece al fenómeno. ¿Será así?. La explicación le
pertenece al que la realiza.
Esta distinción en el coaching es fundamental para lograr
aprendizaje en el coachee. Su manifestación es parte de la transparencia del
coachee, que al hacerlo evidente, produce un gran alivio y nuevos mundos
posibles.
Como vemos esta distinción linguísitica de los juicios trae
un mundo a la mano, del cual los coaches necesitamos develarlo con finura y
precisión.
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