El arte de la Indagación en el coaching

El presente artículo es un escrito en el aprendizaje del coaching ontológico

1.- Preguntas exploratorias
2.- Preguntas interpretativas
3.-  Preguntas de chequeo
4.- Preguntas para habitar el quiebre
5.- Preguntas de cierre

El mundo de la indagación es una de las destrezas mas centrales en el coaching.  Es a través de la indagación que sabemos mas sobre el coachee, de su historia y también de lo que estamos interpretando.

1.- Preguntas exploratorias
Vamos a hablar de un primer nivel de preguntas, muy asociado al escuchar reverencial. Es poner toda la atención en lo que el coachee trae como quiebre, así como de la historia relacionada con su inquietud original.

A eso le llamaremos preguntas EXPLORATORIAS. Como la palabra lo indica es explorar libremente sobre el quiebre que nos trae el coachee.
Un ejemplo de quiebre:
“Hoy por tercera vez en la semana, mi jefe me pide cosas cuando me queda 30 minutos antes de irme, y no le puedo decir que no, asi es que tengo que quedar 1 o dos horas extras para realizar lo que me pide.”

Qué preguntas EXPLORATORIAS le comenzamos a hacer?
    ¿Cuánto tiempo es tu jefe?
    ¿Cuándo mas te ha pasado con este jefe?
    ¿Es algo generalizado en el lugar que tu trabajas?
    ¿Te ha pasado con otros jefes?
    ¿Hace cuanto tiempo?
    ¿Cómo te hace sentir esto que te pasa?
    ¿Qué has hecho frente a esto?
    ¿Cómo te explicas que eso pase?

Todas ellas son preguntas abiertas que llevan al coachee a explayarse en lo que está viviendo. Las preguntas que llevan a un Si o a un No, son preguntas que muchas veces están más teñidas de la agenda del coach, que del verdadero interés de saber mas sobre el quiebre que está trayendo el coachee.


Nos interesa todo lo que le está viviendo el coachee, y todos los antecedentes relacionado con su preocupación.
Apelamos aquí a la curiosidad del coach. Dejar por un rato las ganas de darle soluciones, de llevarlo por un camino, que intuimos que puede ser bueno para el o ella o de ampliar su mundo de posibilidades.
Entonces  miremos como podemos transformar los “consejos” del coach en preguntas exploratorias.
Por ejemplo:
    ¿Porque no lo paras en seco?
    ¿Porque no le reclamas?
    ¿Y no será eso abuso?
    ¿Qué tal que le pidas que te pague horas extras?
    O algo parecido: ¿Y te paga horas extras?

Si las miramos sin detenernos… nos parecen preguntas pertinentes. Pero si las miramos más en detalle… cada una de esas tienen un consejo o una interpretación incluida. Aun es prematuro para esto último. Lo relevante aquí es poder distinguir cuando estamos disfrazando un consejo, o poniendo los estándares o moral del coach a través de una pregunta, como si estuviéramos explorando inocentemente.

Algunas preguntas podrían ser:
  ¿Qué te gustaría hacer frente a esas circunstancias?
  ¿Qué le podrías decir?
  ¿Cómo te sientes cuando eso pasa?
  ¿Cómo te gustaría que te tratara?

Ejercicio 1:
Escribir todo lo que se nos ocurre preguntarle o decirle al coachee y transformarlas en preguntas exploratorias.

2.- Preguntas Interpretativas
Un segundo nivel de preguntas, una vez que hemos explorado en la historia del quiebre del coachee,  son las preguntas interpretativas.

Como seres humanos que somos, estamos TODO el tiempo interpretando. Y es en este segundo momento de una conversación de coaching que le subimos el volumen a nuestras interpretaciones. Una pregunta mas genérica que los invitamos a hacerse interna o explícitamente, si es el caso:¿Qué hará que esto sea un quiebre para esta persona?

Con esa pregunta de fondo, comenzamos nuestra indagación interpretativa.
Las interpretaciones las podemos poner, mostrándole lo que escuchamos de lo dicho o de lo escuchado, más, en ésta etapa de aprendiz de coach, les sugerimos que lo hagan en forma de pregunta.

Qué preguntas interpretativas comenzamos a realizar?
Si la respuesta a la pregunta, si le ha pasado con otros jefes es positiva, podríamos comenzar a intuir algunas cosas, como por ejemplo, la relación con la autoridad o con postergarse, o aguantar.

Podemos tomar cualquiera de esas hebras:
    ¿Cuéntame de tu relación con la autoridad?
    ¿De donde viene?
    ¿A quienes le das autoridad?
    ¿Qué emoción te gatilla las figuras de autoridad?
    ¿Cuánta autoridad te das a ti mismo?
    ¿Qué te pasa con los límites y las figuras de autoridad?

    ¿Cuánto valoras lo tuyo?
    ¿Cuáles son tus necesidades?
   
    ¿Cómo anda el aguante en tu vida?
    ¿De donde viene?
    ¿Con que asocias el aguante?
    ¿cuándo te expresas libremente?

Hay muchos territorios por donde irse. Podemos elegirlo nosotros y  si al coachee no le hace sentido. SOLTARLO.
No hay un solo camino, ni un solo quiebre a articular. A veces como aprendices, queremos llegar “al” quiebre. Desde allí nos podemos perder territorios preciosos, por querer más.

A continuación miraremos algunas maneras de preguntar interpretativamente que no ayudan a ampliar la mirada del ser del coachee y cómo podemos transformar esas maneras de preguntar en una indagación ontológica.

Como diagnóstico
También aquí, nos ocurre que queremos decirle lo que vemos… y cuando estamos aprendiendo, a veces nos resulta como un “diagnóstico”. Lo que a ti te pasa es xxx”. Incluso a veces lo podemos poner como “ yo escucho que… y rápidamente nos aparece … tu tienes o te pasa que….

Por ejemplo, si decimos “ lo que percibo es que tienes algunos problemas con la autoridad” y punto. Es posible que el coachee se sienta juzgado y lo niegue o se justifique, o le quite autoridad al coachee. 

Disfrazando mi verdad como pregunta
Otros mas recursivos preguntarán:
“¿Será que lo que te pasa es que le tienes miedo a la autoridad”? 
Ya puesto como pregunta … al menos le permite al coachee estar o no de acuerdo. Y no es ese el foco que le queremos dar a la interpretación. Pues podemos entrar en una conversación de explicaciones mutuas y de tener la razón… y perdemos al coachee .
En una re-mirada de esta pregunta, observamos que contiene dos elementos, el miedo y la autoridad. Son dos dominios, que el coachee elegirá. Y recurrentemente se inclina por lo que le es mas fácil explorar.  Y podemos perder la posibilidad de mirar ambas por separado, pues tanto el miedo como la autoridad son poderosas preguntas interpretativas, que pueden llevar a territorios de descubrimientos del ser del coachee.

Disfraz de oveja
También aquí puede salir el consejo, salvarlo de tanto sufrimiento y decir:
    ¿Qué pasaría si hablas con tu jefe y le dices que te está faltando el respeto?
    ¿Será que te estás dejando pasar a llevar?

¿Cómo podemos transformar estos bellos consejos en poderosas preguntas?
    Vamos a agrandar la pregunta y salirnos de la historia, y vamos a ir a su ser…
   ¿Qué conversaciones necesitas tener para sentirte respetado? ¿con quien? ¿Y contigo?
 ¿Cómo eres para poner límites? Para decir basta?

Y aquí entramos en otra deriva. Ya sea hacerse respetar o respetarse, y estaría articulando algo mas profundo que el tema de la autoridad.
En el segundo caso estaría entrando en el mundo declarativo de poner límites y probablemente llegar el tema de su dignidad.
A esas alturas… no seguimos abriendo nuevos territorios. Llegamos a una vía que al coachee probablemente le duele y lo hace sufrir.

Ejercicio 2:
Escribe un listado de interpretaciones posibles en 3 quiebres que elijas.
Y transfórmalas en preguntas interpretativas.

3.- Preguntas de chequeo
En diferentes momentos y no todo el tiempo, es relevante chequear nuestra escucha y acortar la brecha entre lo que dice el coachee y lo que escucha el coach.
    Por ejemplo: “si te estoy escuchando bien, lo que tu me traes es…”?

Y puede que el coachee diga… que si…o corrija nuestro escuchar, incluso ampliar la mirada.

4.-Preguntas para habitar el quiebre
Habitar el quiebre es quedarse en ese territorio de descubrimiento del coachee. Muchas veces es un juicio maestro o declaraciones que se transformaron en verdades o maneras de ser como características inamovibles de su manera de pararse en el mundo.

Ahí, nos transformamos en enfermeros. En vez de solo cambiar la venda, lo que hacemos es limpiar la herida. Sacamos todo lo que está infectado. Y eso duele, pero sana.

La invitación en este momento de una conversación de coaching es quedarnos, y volver a indagar en este territorio del ser que estamos tocando. Es un espacio de aprendizaje.

Por ejemplo si llegamos al tema de la “dignidad” del coachee:
-    ¿Cuándo  has sentido que tu dignidad ha sido transgredida?
-    ¿Cuáles son los costos que ha tenido? ¿para ti? ¿para los otros?
-    ¿Qué te hace transgredirte?
-    ¿Qué emoción aparece cuando esto ocurre?
-    ¿Cuánto te cuidas en tu vida?
-    ¿Qué no quieres aguantar mas?

Es aquí donde el coachee toca sus dolores. Lo que lo hace sufrir. Puede ver lo que le pasa con lo que comienza a descubrir. Son instantes donde el coachee en muchas ocasiones saca sus emociones, aparecen sus lágrimas.
Estas son perlas a cuidar y en ocasiones hacerlas hablar.


5.- Preguntas para generar una nueva coherencia
Un quinto nivel de preguntas en el coaching es mirar que nuevos aprendizajes está necesitando para hacerse cargo del quiebre que articularon.
Si volvemos al tema de la dignidad… o la falta de dignidad, podemos ir a las experiencias o al mundo de las declaraciones.
Por ejemplo:
¿Cómo sería un cuerpo sin dignidad?
¿Y ahora un cuerpo con dignidad?
¿Qué te gustaría decir desde ese lugar de dignidad?
(Ayudarlo a poner ese cuerpo, que probablemente no conoce),
¿Cuál es la voz de dignidad? (la ayudamos a encontrarla).

También puede ser un buen momento para volver a la historia… y preguntarle
Desde ese cuerpo,
¿Qué tal que converses con tu jefe?
¿Te parece que ensayemos una conversación con el?
Y lo hacemos en el marco del coaching.

6.-Preguntas de cierre del coaching.
Este momento, al igual que el inicio, es lo más “estructurado”. Es claro, que una sesión de coaching tienen un comienzo y un final. Lo que ocurre entre estos dos momentos va a depender de lo que vaya ocurriendo en la conversación.

Algunas preguntas de cierre pueden ser:
-    ¿Como estás para cerrar este coaching?
-    ¿Qué te hizo sentido?
-    ¿Que descubriste?
-    ¿Qué te llevas?

En ocasiones un coaching puede terminar con descubrir una pregunta, o una emoción… y ahí nos quedamos .
En ese caso el coaching puede terminar con:
-    Bienvenida esa tristeza!  Y que te parece que te quedes ahí un rato y ver que te trae?
-    Quizás le podemos dejar un ejercicio a realizar para sostener sus aprendizajes.
-    Por ejemplo, abre una bitácora y escribe todas las veces que salen tus lágrimas y cuando te las reprimes.

Estos seis niveles de preguntas, ocurren en el coaching sin una secuencia lógica. Vamos y volvemos al quiebre original. Tocamos diferentes niveles de quiebres del coachee y nos estacionamos en alguno. A veces necesitamos volver a otra historia del coachee que tiene que ver con lo articulado.

La invitación es a tomar estas notas como una guía para indagar, y tenerlo de referencia para el momento que lo necesitamos en la conversación de coaching.

Estos son apuntes personales desarrollados por Ana María Torres, atorres@newfield.cl, www.anitato.blogspot.com