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He
agendado tiempo para la escritura. La miro, y siempre hay algo que hacer que no
cumplo con lo agendado.
He puesto
fechas de entrega de capítulos…y no cumplo con lo propuesto.
He hecho
muchas acciones, que al final se han transformado en un “deber ser”, al cual le
he “sacado el cuerpo”.
¿Qué hace que no pueda concretar este proyecto?
¿Sabiendo que están dadas todas las condiciones no lo hago?
Son las conversaciones internas y preguntas
que me rondan en el último tiempo.
Llevo algún tiempo con un “mega
proyecto”, que es escribir un libro. Me he propuesto, lo hago y lo dejo. No he
tenido la constancia que requiere un proyecto de esta envergadura.
Me he preguntado, ¿qué hace que me
“arranque”?, ¿ Me boicotee y nunca llegue el tiempo para sentarme a escribir?. Al
releer lo que acabo de escribir arriba,
no hay posibilidades que algo ocurra. Es una montaña que tengo que subir y
bajar. Me doy cuenta que la emoción
predominante es el miedo. No creí que
esa era la emoción que me esta embargando. Hoy puedo decir que lo disfrazo de “imprevistos”, “necesito aprender más”, “hay lecturas que son previas”, “ mis hijos”, “mi nieta”, etc.
Ha llegado el momento de volver a darle
le bienvenida a esa emoción, que ha habitado en mi , y con la cual creía que ya
era parte de mi círculo de amistades. Parece que tiene múltiples disfraces para
aparecer por donde menos espero.
Hasta el momento mi abordaje ha sido de
“amigarme” con él, en mi vida y en mis prácticas del coaching. Mirarlo a los
ojos. Escuchar lo que me trae. Subirle o bajarle el volumen, cuando éste
aparezca. Me ha sido fácil verlo en otros y he avanzado en lidiar con ella en mi vida. La versatilidad de personajes que éste puede desplegar
son múltiples, y no siempre los reconozco.
Ha llegado a mi un libro, “El camino del
Kaizen”, parte de la lectura del Programa Senior de Coaching, donde se aborda
el espacio emocional del miedo dentro de otros temas. Darle la bienvenida al
miedo, para reconocerlo, agregando“pasar de puntillas” junto a él ha develado un espacio nuevo para
mi para abordar esta emoción.
Kaizen es un termino japonés para una
disciplina que esa cultura ha usado por
muchos años y ha estado en el centro del Aprendizaje Continuo, tan en boga hace
unos 20 años atrás en el mundo de las organizaciones. Es aprender del paso a
paso a través de la recurrencia y la repetición. Así de simple.
El miedo como toda emoción habita en
nuestro cerebro mamífero, que al activarse, nos predispone a huir o a
enfrentar. Está localizada en la “amígdala”, glándula ubicada en el hipotálamo. Desde el camino Kaizen lo central está en NO
activar el “miedo” y evitar la “huida” o el “enfrentamiento a través de
pequeñas acciones.
En esta ocasión descubro en mi que se
activa la huida.
¿Qué hacer
para no activarla y seguir? ¿Qué hacer para no despertar al Lobo? ¿Para no salir
arrancando?
Me he propuesto caminar en puntillas como
lo recomienda su autor.
Un buen inicio para ir paso a paso para
traspasar mis miedos. Bienvenidos ellos,
pasitos de entrada a este camino que se constituye de muchos otros mas pequeños.
Hasta podría ser un tema de la física. El todo está constituido de muchas
partes. Y muchas partes constituyen un todo. Lo que no dice esta teoría, es el
porte de las partes!
Preguntas
grandes o pequeñas?
Desde el coaching, nuestro interés ha
sido siempre hacer preguntas grandes. Si estamos hablando de que me cuesta
entenderme con mi jefe, nos vamos a preguntar por el fenómeno que puede estar
omnipresente en la vida del coachee, por ejemplo su relación con la autoridad,
o con los hombres o mujeres, o con la escucha.
Todos estos son temas grandes que hablan
del ser que estamos siendo.
Volviendo a mi quiebre de no sostener la
escritura, mi aprendizaje ha sido de
hacerme las preguntas grandes. Será que le tengo miedo a brillar? Será que en
el fondo, no me creo capaz? Será la cultura chilena? Y puedo seguir con muchas
más!!!
Este autocoaching, me está permitiendo
hacer un giro. Me estoy dejando tocar por el Kaizen, por las preguntas
pequeñas, los pequeños pasitos, escuchar mi ritmo, mis pulsaciones. Este
escrito es parte de este nuevo momento para ir avanzando. Ayer comencé y hoy lo
estoy terminando. Sin grandes pretensiones de cambiar el paradigma del
miedo. Solo como un primer capítulo
comenzando con mi experiencia, y mis enemigos en el sostener y brillar.
Santiago, 13 de Mayo, 2015